Nada de lo que hacemos o decimos se pierde en el vacío. El aire está lleno del pensamiento de todos. Almafuerte. (1854-1917)

domingo, 2 de mayo de 2010

Para los héroes anónimos...

Probablemente a estas alturas te estarás preguntando ya, '¿Qué camino es ese? ¿A qué tanto temor y tanto andar de puntillas por la vida? ¿A qué tanta lucha interna, tanta inquietud, miedo y desesperación?'
Es el miedo y la desesperación de los condenados a recorrer el camino del héroe.
'Existen hombres decididos a no contentarse con la realidad. Aspiran los tales que las cosas lleven un curso distinto: se niegan a repetir los gestos que la costumbre, la tradición, y en resumen, los instintos biológicos les fuerzan a hacer. Estos hombres llamamos héroes. Porque ser héroe consiste en ser uno, uno mismo. Si nos resistimos a que la herencia, a que lo circunstante nos impongan unas acciones determinadas, es que buscamos asentar en nosotros, y sólo en nosotros, el origen de nuestros actos. Cuando el héroe quiere, no son los antepasados en él o los usos del presente quienes quieren, sino él mismo. Y este querer ser él mismo es la heroicidad. No creo que exista especie de originalidad más profunda que esta originalidad 'práctica', activa del héroe. Su vida es una perpetua resistencia a lo habitual y consueto. Cada movimiento que hace ha necesitado primero vencer a la costumbre e inventar una nueva manera de gesto. Una vida así es un perenne dolor, un constante desgarrarse de aquella parte de sí mismo rendida al hábito, prisionera de la materia'. J. Ortega y Gasset, 'Meditaciones del Quijote'